PRUEBA PROHIBIDA
AZ | 17.01.2012
Steve Jobs
Siempre me han agradado sobremanera saber sobre grandes personajes multifacéticos, como Leonarda Da Vinci, Edison, y ahora Steve Jobs. Hay algo en ellos que veo reflejado, mínimamente en mi,
Por ejemplo Leonardo Da Vinci, cuando realizaba sus grandes pinturas, combinaba la química con el arte, no eran solo pintar, sino saber qué resistencia tenían las telas, etc. Era una exploración y una obra completa. Edison no podría haberse dedicado a una sola cosa, y así.
Pero lo más extraordinario, en cuestión de marketin, fue la MANZANA MORDIDA de Steve Jobs.
Ese fue el resumen de todo lo que quería hacer:
Descubrir lo prohibido, lo vedado a los sentidos del ser humano.
No era que no existieran, o no pudieran verse, palparse, sino algo que nuestros sentidos, y aún vaga capacidad cognoscitiva nos impedía ver. Lo prohibido no es el mensaje, sino ir más allá de lo prohibido. La manzana de Steve Jobs no era el sexo, sino mucho más que ello: la vida en descubrimiento y perfección del descubrimiento e invención.
Me hubiera gustado inventar yo esa marca: LA MANZANA MORDIDA, y después de ello, no se me ocurre aún, que marca pudiera superarla.
Yo he mordido la MANZANA PROHIBIDA, pero ¿prohibida por quién?
Y, por fin he descubierto, que no, que Steve Jobs no revelaba lo mejor de este mundo, porque no es lo prohibido por prohibido lo que yo busco, sino mucho más. Allí está el secreto. Mi marca no hubiera encajado conmigo, porque no busco lo prohibido, sino mucho más. Allí esta el secreto. Lo prohibido no es suficiente argumento para el placer o para el mérito, existen muchas más.
Ahora me doy cuenta que la Manzana mordida no hubiera sido un buen slogan para mi, necesito algo más que lo prohibido ¿qué será?