ayer?
az | 27.11.2013
el 25 de noviembre, es el "Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer".
Esto que parece siempre lejano a todos, no lo es en realidad, tal vez muchos lo vivan sin darse cuenta, como una parte inadvertida por la poca importancia que se le toma a hechos que parecen juego y que son violencia.
Por mi parte, recuerdo muchas veces, donde asustado y cubríendome el rostro y los oídos intentaba no saber de lo que pasaba a mi alrededor. Mi padre, ebrió y bravucón, venía a casa con la fachada de un torpe chacarero, grosero y sin la mínima noción de consideración a sus hijos. Como todo ebrio, comenzaba a refunfuñar, y a gritar, y a "hacerse el muy machito", el muy "valiente". Muchas veces vi como mi padre arrastraba de los cabellos a mi madre, siendo ella profesional (estudió economía en la universidad) y mi padre profesor de secundaria; yo no podía entender porqué mi padre se comportaba así. El sólo rebuznaba, o ponía la mirada de malo. Era un energúmeno, que agarraba su cinturón y amedrentaba a mi madre. Ella, al principio, si mal no me acuerdo, le daba pelea, pero un día via a mi madre caer del segundo piso, empujada por una puerta cerrada por un padre borracho, vi a mi madre llorar, luchar, y al final asustarse, por un hombre encabritado por el licor, y más por su mediocridad. yo niño, soñaba con ser fuerte un día, y golpear a mi padre, por cobarde. Mi madre parece no recordar eso, y siempre dice que solo hay que recordar lo bueno, y en esa idea me cobijo y formó. Pero hoy, aunque no tengo ya rencor por mi padre, si puedo decir, que nunca fui su amigo, y siempre fui distante, alejado, y mi forma de decirle que no me gustaba su comportamiento fue desconociéndolo primero como padre en cuanta reunión hubiera. cuando me decían que era mi papá, yo lo negaba,y decía "padre no es el que engendra sino el que cuida" Bueno. Lo cierto es que no creo que hay que olvidar a las personas violentas, ni sus actos violentos. Estos no deben quedar impunes, nunca, porque sino se perpetúan. Mi padre ya no agarra su cinturón, pero sigue siendo, con sus palabras, un patán con respecto a mi madre. Y yo nunca he podido entender como mi linda madrecita se hubiera podido fijar en un hombre además de feo, mediocre. No tengo miedo de escribir esto, ni aún por el prejuicio de que digan que soy un mal hijo, pero si decir la verdad es malo moralmente, no decir nada es trágico, peligrosísimo, gravísimo, porque permite siempre que los "violentos" se queden impunes. No. yo no voy a olvidar a mi padre y sus malos tratos con mi madre, y siempre diré lo que es de el: que era (espero ya no lo sea) un hombre violento, cobarde y abusivo y al que nunca más le permitiré que lastime a mi madre. Todo hijo tiene el deber de poner en evidencia el maltrato familiar, y no existe verguenza ni pudor que lo deba dejar impune. Y si pudiera hacerlo ahora, pondría una denuncia contra mi padre, por haber lastimado no sólo el cuerpo, sino el alma de mi madre, y el alma de sus hijos. No, nunca olvidaré a tipos así, y a riesgo de parecer un resentido, nunca perdonaré a mi padre, y menos si nunca se arrepintió, porque nadie le dijo ni le dice nada, porque piensan que eso ya pasó, que uno no debe disculparse por los errores del pasado. No, ningún maltrato debe quedar impune, Nunca haré nada violento contra mi padre, pero tampoco nunca permitiré que él sea violento con mi madre o mi familia. Es necesario no permitir NUNCA la violencia.