MIS CONFESIONES (Once años sin hablar a mujer alguna: Autocastración)
MIS CONFESIONES (Once años sin hablar a mujer alguna: Autocastración)
----- 00000 ------
A los cinco años, si mal no me acuerdo, sufrí la primera decepción. Era mi fiesta de cumpleaños. Yo, todo engreído, le pedí bailar a mi primita, que estaba acompañada de mi primito, quien por casualidad también le pidió bailar. Ella aceptó la invitación de mi primito, y yo busqué el lugar más oscuro de la casa y me acogí allí, y no salí, hasta que no recuerdo. Cuento esto, porque, desde esa fecha, he pasado unos once años aproximadamente sin hablar con chica alguna, y aún hoy me es difícil conversar con la gente, y menos con una chica, aunque esto no se note. Lo que me llevó a una conclusión: la niñez no sólo marca al ser humano, sino lo determina: lo acaba.