La formación del hombre postmoderno
La formación del hombre postmoderno
“El saber es un mito fundante de la modernidad cuya tendencia es la acumulación". Pareciera ahora que la posmodernidad plantea que lo importante no es saber sino reaccionar ante la inmediatez de cualquier eventualidad.”
¿Cuál es la razón de que aún exista un Estado para organizar la sociedad? El hecho parece derivar de la insuficiencia del hombre de poder autogobernarse.
Por eso en la postmodernidad, a través de la educación, se construirá las bases para el pensamiento crítico y autosuficiente, que serán las estructuras para una sociedad libre de padres universales y todopoderosos como el Estado. Una sociedad que no requiera un papá Estado.
Esta necesidad de un Estado padre, se presenta en sociedades donde los ciudadanos tienen una educación deficiente. Estos ciudadanos, para no autodestruirse necesitarán, por su condición mental, de alguien que los proteja de ellos mismos, de un Estado que les permita funcionar sin autodestruirse.[46]
Sólo que el Estado ha sido, visto desde la historia, un ente ineficiente, que aperturado por elementos de orden, no ha logrado salvar a nadie, mas que a los que están dentro de él, y éste no ha sido el principio fundamental para la creación del Estado.
Por eso la postmodernidad, como proyecto, propone una educación civil auténtica y eficaz, que logre hacer que el ser humano conozca verdaderamente sus derechos y deberes directos como individuo, y su condición de creador de futuro, de mundo. Este es el requerimiento actual.
“Lo que los países requieren para entrar a la posmodernidad es, ante todo, una auténtica educación civil que explique, sin prejuicios ni partis-pris, el funcionamiento de la sociedad civil con la ayuda de la filosofía, la economía, la sociología y el derecho.”[47]
En la educación hay que conjugar ciencia y arte, formar, a través del impulso de la libertad, la creatividad, el sentido de responsabilidad, de crítica y autocrítica creativo, etc. El hombre postmoderno sólo se podrá formar con una evidente y real elevación del nivel cultural desde una óptica integral, que armonice los saberes como conjunción para la creación, y no para el obstáculo, sino como medios, a través del cual el conocimiento pueda expresarse en toma de decisiones y conductas. Sin olvidar que todos los saberes, los dominios de saber, pueden realmente servir dentro de cierto contexto, sin que estos se contradigan, por ejemplo:
“La formación científica proporciona solidez mental, disciplina de trabajo, que son elementos indispensables para ser un miembro pleno de la sociedad civil; pero la formación artística, a su vez, aporta el deseo de originalidad, la capacidad creadora, el vuelo de la imaginación, la sensibilidad del espíritu, sin las cuales todo lo demás no dará sus frutos.”[48]
Esto significa que hay que postmodernizar nuestra cultura y liberalizarla de falsos prejuicios (cientificistas, racionalistas, etc.) que se suponían los únicos medios y métodos válidos de conocer, y de usar ese conocimiento como procesos de legitimación de las relaciones intersubjetivas.
Uno de los problemas que contribuyó a la formación de estos prejuicios cognoscitivos, de validez universal, fue, por supuesto, la modernidad, o parte de ella, en el ámbito educativo, que planteaba el interés y ánimo de desarrollar y fomentar una educación técnica (no significa que esto sea negativo en su totalidad, sino que su expresión totalizante produjo, eso sí, efectos negativos).
“...la Modernidad “real” prefirió la capacitación técnica del género humano (y hasta llegó a confundir capacitación técnica con educación). Quizá porque el mito del “cielo en la tierra” le hizo apartar cada vez más los ojos del interior del hombre, y volverlos hacia el exterior de la tecnología, único lugar en el que siguen pareciendo posibles todos los milagros y hasta la llegada al cielo.”[49]
Es evidente que la técnica es importante, pero no debe confundírsela, puesto que “Se ve que necesitamos pericia técnica, pero que nunca hay que dejar que el técnico diga la última palabra, porque puede ser que se le pase el aspecto humano, el impacto que tiene sobre la sociedad y sobre la naturaleza.”[50]
De lo que se trata es de entender que con el hombre uno no puede andar muy seguro del todo, en sus reacciones, a pesar de haber recibido una formación programática perfecta. Porque en realidad “Por mucha programación biológica o cultural que tengamos, los hombres siempre podemos optar finalmente por algo que no esté en el programa (al menos, que no esté del todo). Podemos decir ‘sí’ o ‘no’, quiero o no quiero. Por muy achuchados que nos veamos por las circunstancias, nunca tenemos un solo camino a seguir sino varios.”[51]
En fin, el problema actual de la educación es planteada muy claramente por Mario Bunge al cual citamos:
“Voy a empezar refiriéndome a algunos vicios radicales que hemos heredado en los países latinoamericanos. Todavía estamos con un pie en la Colonia, todavía sufrimos de autoritarismo, todavía sufrimos ese verticalismo que viene de la Edad Media. Ahora bien, el autoritarismo lleva al dogmatismo, el dogmatismo al librismo y el librismo al memorismo. Puesto que hay que respetar la autoridad, lo que diga la autoridad, maestro o ministro es dogma. No es algo a ser examinado críticamente y debatido racionalmente.
El dogma se encuentra en libros de texto, de modo que hay que aprenderlos, hay que memorizarlos. ¿Dónde están los talleres? No los hay. ¿Dónde están los laboratorios? No los hay. ¿Dónde están los debates para aprender a pensar por cuenta propia, para aprender a discutir, para aprender las reglas del juego intelectual? Nada de eso existe en nuestras escuelas autoritarias.”[52]
Y que esto tiene una repercusión extraordinariamente grande en nosotros, en nuestra formación cultural, y por lo tanto jurídica. Que nos ha hecho ver el mundo desde una perspectiva dogmática.
“Los efectos de la educación dogmática que hemos sufrido todos, no solamente en materias humanísticas, sino también en las asignaturas científicas, son desastrosos. Nos han informado pero no nos han formado. La idea de la transmisión de información, que suena tan moderna, es vieja. En efecto, fue formulada por el famoso educador Comenius, del siglo XV. Comenius decía que educar es trasvasar: que la misión del maestro es volcar en el vaso receptor del estudiante lo que el maestro sabe.
Ésa era en efecto la misión del maestro medieval. Esa persona que se ubicaba en un púlpito… y empezaba a leer de algún libro. Habría en total una docena de libros, todos encadenados para que no se los robaran. Eran valiosísimos, porque contenían todo lo que se sabía. En la universidad medieval se discutía pero no se investigaba. La idea es que el saber era fijo, no variable ni, en particular, expandible.”[53]
Es justamente eso lo que habría pasado también a nivel del Derecho. Hemos creído en autoridades gramaticales con el positivismo chicha que aún conservamos, producto del hábito, y de la irreflexión de nuestras decisiones y conductas jurídicas.
[1] Texto parafraseado por Carlos Fernández Sessarego, en un artículo titulado “Algunas reflexiones sobre la antijuricidad del delito y las penas privativas de la libertad a la luz de la teoría del Derecho”.
[2] Trazegnies Granda, Fernando de. Postmodernidad y Derecho, Editorial Ara, pp. 83.
[3] Trazegnies Granda, Fernando de. “Liberalismo y Postmodernidad”, en: El Perú en los albores del siglo XXI, Ediciones del Congreso de la República del Perú. Lima, 1997. p. 106.
[4] Ibid. p. 117.
[5] Ibid. p. 119.
[6] Para Dworkin, la mejor garantía que podemos tener para el reconocimiento y la protección de nuestros derechos más fundamentales, es la creencia en la ley.
[7] Trazegnies Granda, Fernado de. Postmodernidad y Derecho, Ara editores, pp. 28, 29.
[8] Escrito del Dr. Marcelo Arnold, titulado “Hemos perdido la razón. Ensayo sobre el devenir sociológico”. Que se encuentra ubicado en internet, en la página web https://rehue.csociales.uchile/publicaciones/moebio/06/frames02.htm
[9] Anotamos, para efectos explicativos, por donde circular nuestros discursos teóricos, tendremos en cuenta la clasificación que expone el Dr. Marcelo Arnold: 1) Como una forma superior de pensamiento, por sobre la emoción y la intiución (loquehace a los humanos superiores: somos racionales); 2) como una teoría acerca del carácter racional de la realidad (contexto ontológico o metafísico); 3) como sustento para desarrollar tipos de pensamientos (conocimientos) denominados verdaderos (contexto epistemológico)./ Escrito del Dr. Marcelo Arnold, titulado “Hemos perdido la razón. Ensayo sobre el devenir sociológico”, en la página web https://rehue.csociales.uchile/publicaciones/moebio/06/frames02.htm
[10] Escrito del Dr. Marcelo Arnold, titulado “Hemos perdido la razón. Ensayo sobre el devenir sociológico”, en la página web https://rehue.csociales.uchile/publicaciones/moebio/06/frames02.htm
[11] Trazegnies Granda, Fernando de. “Liberalismo y Postmodernidad”, en: El Perú en los albores del siglo XXI, Ediciones del Congreso de la República del Perú. Lima, 1997. p. 118.
[12] Ibid. p. 118.
[13] Diez Picazo, Luis, Experiencias juridicas y teoría del Derecho, Ediciones Ariel, pp. 181.
[14] Monroy Gálvez, Juan, “Revista peruana de Derecho Procesal”, Estudio de Belaunde & Monroy Abogados, pp. 184
[15] Escriben Patricia Buñuelos, Pedro Vargas y Nemesio Hernández, en el artículo: Modernidad-posmodernidad, (61).
[16] Escrito del Dr. Marcelo Arnold, titulado “Hemos perdido la razón. Ensayo sobre el devenir sociológico”, en la página web https://rehue.csociales.uchile/publicaciones/moebio/06/frames02.htm
[17] Escribe Benjamín Woolley, (55).
[18] Savater, Fernando. Etica para Amador, Editorial Ariel S.A., p. 29.
[19] Ibid. p. 55.
[20] Escriben Patricia Buñuelos, Pedro Vargas y Nemesio Hernández, en el artículo: “Modernidad-posmodernidad, (62).
[21] Trazegnies Granda, Fernando de. “Liberalismo y Postmodernidad”, en: El Perú en los albores del siglo XXI, Ediciones del Congreso de la República del Perú. Lima, 1997. p. 118.
[22] Escribe Karl Popper, en un articulo titulado “Algunas tesis sobre el liberalismo, /Breve Lectura Liberal, Detmar Doering (Comp.), Editor Harald Klein, pp. 14.
[23] Trazegnies Granda, Fernando de, Postmodernidad y Derecho, Editorial Ara, pp. 81.
[24] Ibid. p. 81.
[25] Ibid. p. 84.
[26] Trazegnies Granda, Fernando de. “Liberalismo y Postmodernidad”, en: El Perú en los albores del siglo XXI, Ediciones del Congreso de la República del Perú. Lima, 1997. p. 122.
[27] Ibid. p. 122.
[28] Ibid. p. 123.
[29] Escribe Benjamín Woolley, (54).
[30] Escribe Gijs van Oenen, en el artículo “Deconstruyendo a Ronald Dworkin, (15).
[31] Esto a nuestro entender debería ser un derecho, que en base a fundamentos reales, demuestren que el orden jurídico no ha surtido sus efectos reales. Es decir que la normatividad no se ajusta a elementos existentes, mostrando la incompatibilidad entre norma y hecho, contradicción que haría inválida cualquier decisión jurídica.
[32] Diez Picazo, Luis, Experiencias jurídicas y teoría del Derecho, Ediciones Ariel, pp. 181.
[33] Escribe Fernández Sessarego, Carlos, en el artículo “Algunas reflexiones sobre la antijuricidad del delito y las penas privativas de la libertad a la luz de la Teoría del Derecho”.
[34] Escribe Fernando Civeira, en el artículo: “Entramos en la postmodernidad?, (128).
[35] Trazengies Granda, Fernando de, Introducción a la Filosofía del Derecho y a la teoría General del Derecho, Editorial de la Pontificia Universidad católica del Perú, pp. 276.
[36] Bunge, Mario. Vigencia de la Filosofía, Fondo Editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, pp. 30.
[37] Ibid. p. 32.
[38] Escribe Guillermo Nuget, en el artículo La segunda modernidad: individuos civiles.,(39).
[39] Ibid. (40)
[40] Martínez Roldán, Luis y Fernández Suárez, Jesús A. Curso de Teoría del Derecho y Metodología Jurídica. Barcelona. Editorial Ariel, 1994. p. 237.
[41] Hart, Herbert. El concepto de Derecho, Buenos Aires. Abeledo-Perrot, 2da. Edición, 1995. p. 231.
[42] Pérez Luño, Antonio Enrique, “Delimitación conceptual del Derecho”, en Discusión sobre el carácter Anti-científico del Derecho, Editora jurídica GRIJLEY-Lima Perú, pp. 37.
[43] Escribe Fernando Civeira, en el artículo “Entramos en la postmodernidad?, (127).
[44] Escribe Guillermo Nuget, en el artículo La segunda modernidad: individuos civiles, (43).
[45] Escribe Texier, Jacques, “Globalización, Posmodernidad, y otras nuevas eras”, (67).
[46] Trazegnies Granda, Fernando de. “Liberalismo y Postmodernidad”, en: El Perú en los albores del siglo XXI, Ediciones del Congreso de la República del Perú. Lima, 1997. p. 120.
[47] Ibid. p. 120.
[48] Ibid. p. 121.
[49] Escribe Gonzáles Faus, José I., en el artículo“Postmodernidad europea y cristianismo latinoamericano”, (138).
[50] Bunge, Mario. Vigencia de la Filosofía, Fondo Editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, pp. 231.
[51] Savater, Fernando. Etica para Amador, Editorial Ariel S.A., pp. 29. El subrayado es nuestro.
[52] Bunge, Mario, Vigencia de la Filosofía, Fondo Editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, pp. 226.
[53] Ibid. p. 228.