EMPRESAS CON CLIENTES INTERNOS
EMPRESAS CON CLIENTES INTERNOS (Trabajadores) Y EXTERNOS (Compradores, consumidores)
Una de las ideas que me parecieron de mayor genialidad fue la creación del Estado. Este es un sistema empresarial por excelencia, pues a costa del trabajo de los demás, y en forma obligatoria se sostiene, fortalece y hasta ejerce un poder de coacción contra los que se opongan a sus designios. Así todo ser humano que viva, trabaje, consuma, dentro de un determinado espacio y tiempo de un Estado tendrá que cancelarle, pagarle al Estado una suma. Es genial. Sin embargo la empresa privada ha utilizado también el mismo sistema al inventar que en sus instituciones existan dos tipos de “clientes”, internos y externos. Por cliente entienden a todos, es decir, a los que trabajan dentro de su organización, como a los que no trabajan dentro de su organización. ¿Y porqué de este tipo de clasificación? Pues porque todos aportan al capital de la empresa. Los trabajadores en este sistema se convierten también en consumidores de los productos que ellos ayudan a generar. Un ejemplo claro es el de Herba ling; una empresa que vende productos tonificantes para la salud; los empleados tienen que vender los productos de la empresa, pero a la vez también tienen que consumir estos mismos productos, es decir, se convierten en “clientes” internos. Mientras que los que compran y no trabajan en la empresa se convierten en “clientes” externos”. Es decir, todos producen para la empresa ganancias, formando para la empresa un círculo económico inquebrantable, y que produce un desarrollo extraordinario.