az
AZ | 01.06.2012
nuevamente, el recuerdo de un frío inmenso, nuevamente la noche, que apaga mis sentidos, nuevamente, recuerdo, y olvido que debo recordar olvidar. Nuevamente, mis sentidos se agazapan en un pensamiento. No puedo escuchar latidos internos, y mis ojos se llenan de melancolía. No hablo en alemán, pero mis pensamientos se llenan de ese idioma. Ya nunca amanece en mis ojos, ya no existen auroras u ocasos. Ya no veo, ni escucho, ni siento. La noche me apaga, el día me apaga, la tarde me consume. Y todo en el instante se va al diablo. Sigo siendo desordenado, me dicen -por allí, que es porque soy creativo; pero tampoco soy creativo, sino iluso, estúpidamente iluso, y decadente. Y aquí voy nuevamente, dejando que mis sentimientos se conviertan en palabras, y se escuden en ellas. NO veo una luz al final del camino, menos oscuridad. Me profetizo frustrado, acabado, taciturno, Me profetizo montaña o desierto, no valle, ni selva. He vuelto...