Del ayer
AZ | 06.12.2011
En mi facebook una ex compañera de estudios escolares me envío un saludo. Ellos se habrían reunido para no olvidar los años escolares, porque según los mismos, fue la etapa más bonita de sus vidas. No puedo decir lo mismo. Mi mente siempre estaba en ese tiempo llena de preguntas y respuestas, y la etapa escolar no fue la más bonita de mi vida. No obstante, ayer vi las fotos de mis ex compañeros de estudios escolares, la mayoría muy mayores, gordos (as) encajados en el tiempo o más allá de el; y me asusté; porque tal vez yo también esté como ellos (as), gordo y cubierto por la edad; y decidí meterme a un gimnasio desde hoy. Sin embargo, cabe decir que se veían muy felices, y eso es, al final de cuentas, lo único importante.
De la escuela siempre recordaré a dos de mis compañeras, que para despertarme, sacarme de mi ensismamiento, una de ellas le levantó a la otra media falda, dejándome ver sus lindas piernas; como preguntándose, ¿porqué yo era tan callado, tan zombi, tan tímido, tan tonto, introvertido, imbécil, o simplemente insociable?. Las dos eran las más bonitas del salón, en aquel tiempo, ¿cómo serán ahora? ¿qué pretendían con aquello? Yo no podía conversar con la gente, y sólo observaba y pensaba. Sin embargo lo que hicieron me pareció más bien un acto tierno, propio de quien se compadece de los demás, aunque lo hayan hecho para burlarse de mi, o para decirme en gestos algo. De las dos había una que me impresionaba por su inteligencia y claridad, y hasta una vez intentó soplarme una pregunta, pero yo tonto, como siempre, no aceptaba desde ya ese tipo de ayudas. No obstante el gesto me pareció también tierno. Es gracioso, hasta un mal acto, como el pasar o soplar un plagio, puede parecer tierno, leal, de amigos, y sin embargo, así y todo, siempre será un mal acto. No juzgo, sólo recuerdo.