verdad
asis | 21.10.2013
Me escriben. no se con que intenciones. no se con que vanidades. me escriben y yo digo que no necesito de eso, de aquellas piedades que acarician solo su vanidad, su necesidad de sentirse buenas personas. no necesito ser su desafuero. pero igual me escriben, creyendo que van a dejar con sus palabras algún mensaje.'¿acaso he pedido algún consejo, acaso he pedido algúna piedad? no he pedido nada, y sin embargo escriben, creyéndose piadosas, creyéndose buena gente, y sólo muestran su vanidad. Si fueran como quieren ser, con sus consejos, dejarían de ser tan incongruententes y dejarían de ser como son. pero no. es fácil hablar pero no es fácil ser. así que no necesito sus vanidades vestidas de piedad, pero no digo nada para no ofender, porque no puedo, no quiero ser ofensivo, grosero, ni siquiera con aquellas p... que se lo merecen. por eso callo, y dejo que mis pensamientos se duerman, se olviden, se aniquilen en el archivo de mis sentimientos. porque no quiero decir lo que pienso de aquellas personas, con sus cantos de felicidad, con sus consejos estúpidos para alguien que no lo ha pedido, pero no digo más estoy a punto de decir lo que pienso y no quiero ofender a nadie, no quiero decir lo que pienso, no quiero decir lo que mi mente sabe no quiero decir ya más nada.